Saturday, March 13, 2010

MJD Día #9

Hoy me desperté a las 4:15am, porque salimos del hotel a las 5am. Así que no me acosté hasta después de medianoche, estoy cansada. Tomamos 3 camionetas al aeropuerto, y cuando llegamos todos los dominicanos esperaron hasta que todos hubiéramos chequeados. Ellos son buenas personas todas. Voy a extrañarlos. Son tan amables y generosos y agradecidos como ninguna persona a quien he conocido de los EEUU. Ricardo es muy dulce. Dilenia siempre está riendo y sonriendo. Papito a veces me molesta, pero está lleno de bromas. Niño tiene un corazón muy amable. José Miguel ya no está tan tímido como al principio de la semana, y me sorprendió cuando empezó a llorar esta mañana. Tommy siempre quiere ayudarnos y practicar se inglés con nosotros. Pedro tiene una voz muy hermosa y cuando toca la guitarra siempre quiero bailar, y siempre me hace sentir muy bien y bonita. Padre Nelson tiene una energía que normalmente no se ve en los sacerdotes estadounidenses.


Quiero volver pronto. No sé si podré venir este verano, o el año que viene. Esta experiencia me ha cambiado. Quiero dedicar mi vida en ayudar a los otros. Los dominicanos tienen mucho menos que nosotros en términos de lo material, pero de otros modos son más ricos de nosotros. Están felices, están satisfechos, son amables a todos, confían en Dios y lo bien y justo del mundo. Antes de venir aquí, me sentía simpatía por ellos; ahora, estoy celosa. Yo tengo una educación y dinero y una casa y un coche, y mucha ropa bonita, pero ellos tienen más: un país de naturaleza bonita, la música llena de ritmo y sentimiento, una risa eterna, una apreciación de lo importante de la vida, una paz entera. Mi única esperanza es que algún día yo lo pueda lograr también.

Friday, March 12, 2010

MJD Día #8

Hizo el mejor tiempo de la semana hoy. Pintamos a una casa por la mañana, y se quemaron mis hombros más (aunque ya estaban quemados). Los jejenes me picaron muchísimo, y también las plantas me molestaron. Tengo muchos picotones y cortes y moretones en mis brazos y piernas, pero a mí no me importa, porque me divertí tanto.


Por la tarde, almorzamos e hicimos actividades con los niños del pueblo. Hicimos perritos y espadas y manzanas con las bajigas (es el nombre que se usa para globos aquí) y jugamos mucho. Diría que había más que treinta niños allí.


Después, regresamos por el río y fuimos a la misa cerca de la clínica en Veraguas. El Padre Joaquím y otro sacerdote la dieron, y después nos invitaron a introducirnos y hablar delante de todo la gente. Hablamos de nuestra experiencia aquí, y cuando yo terminé añadí que no quiero salir. Varias personas me gritaron que no me salga, y una mujer levantó para decírmelo. Yo les respondí “¿Puedo quedarme en su casa?” y todos me gritaron que “¡Sí!” Después de la misa una mitad de la gente se acercó, nos abrazaron, nos bendijeron, y una docena de personas me dijeron otra vez, “puedes quedarte en mi casa”, “¡Quédate!” y “ven conmigo para ver mi casa en que puedes quedarte”. Me hicieron sentir buenísima y no puedo creer la abundancia de generosidad que hay aquí.


Regresamos al hotel y nos duchamos por tanto sudor y lodo que nos habían cubierto. Cenamos una cena de felicidad y celebración, con pescado, lasaña, verduras, mangú, crema de piña, y cocol, un jugo fresco de varias frutas. Todas las personas que pertenecen a la misión, tantos los dominicanos como los americanos, cenamos juntos y nos dimos gracias unos a otros. Después el Padre Joaquím nos sorprendió con helados y reflexionamos. Fue un buen día final para una semana amenazante.


Mangú con huevos (¡Ew!)


Thursday, March 11, 2010

MJD Día #7

Hoy caminé mucho. Fui la jefe de nuestro grupo de pintura, y así tenía que caminar de las casas a la camioneta y a la casa en que se guardan las herramientas y por el río múltiples veces. Nuestro equipo pintó tres casas y yo también con el piso de cemento en otro. Era trabajo muy duro, pero también muy divertido.


Después asistimos a la misa de Padre Nelson, allí en el pueblito. Estuvo afuera y sentados pudimos ver a las montañas y los árboles y todo la naturaleza bonita detrás de él. Pedro tocó la guitarra y cantamos, y aunque para mí la misa no lleva mucha importancia, era muy especial. Me calma todo la hermosura y lo aprecio. Quiero que hubiera tantas vistas perfectas en West Michigan como hay aquí. Pienso que sería imposible estar descontenta rodeada por tanto color y plantas y animales y gente cariñosa y todo lo vivo. Es el lugar más representante de un paraíso en que puedo imaginar.

Wednesday, March 10, 2010

MJD Día #6

Hoy fue un éxito en cada sentido de la palabra. Participé en el equipo de construcción en las montañas, y René fue a la clínica en vez de Bridget y yo. Eso me impactó mucho, porque sé que a él le gustó mucho trabajar en las casas, y así sacrificó para nosotros. Estoy muy agradecida con él.


Montamos a las montañas en la caja de la camioneta. Fuimos siete: Nolan, Mike, Bridget, Kristen, Dilenia, Ricardo, y yo. Nos reunimos con Alex, el coordinador dominicano para la misión, y varios otros voluntarios dominicanos al pie de la montaña. El paseo era buenísimo; la naturaleza de este país es increíble. Hay montañas por todos lados, y muchos árboles y flores diferentes. Todo es verde, y el cielo siempre es de un azul muy claro con pocas nubes durante el día. Yo quería pararnos cada dos minutos para sacar más fotos de todo. También es muy interesante ver a las personas de cada pueblo. Todos son vitales, caminan, conducen las motos, barren, se sientan es sus porches, charlan, bailan, tocan música, cocinan, venden, compran...viven casi complemente afuera. Es una sociedad muy social y viva y amable. Cuando estaba en México, se hubiera dicho “Hola, ¿cómo está?” a una persona el la calle y me habría dado una mirada de reproche. Aquí, yo se lo digo y siempre me sonríen y me responden con un “hola” u otra respuesta igual.


En la montaña, teníamos que cruzar un río pequeño antes de ir a las casas. Para los nativos es fácil, casi natural, con gracia, por una piedra a otra. Claro que sí, me caí al cruzarlo.


Caminamos por más o menos una milla arriba antes de llegar al pueblo. Nos separamos en dos grupos y fuimos a dos casas diferentes. Mi grupo tenía que cruzar el río otra vez para llegar a la casa que íbamos a pintar, la de Lourdes. Pasamos unas tres horas pintando su casa. La diferencia fue increíble. Lo que es más increíble es el tamaño de las casas en estos pueblitos. En la casa de Lourdes viven tres personas, y yo estimaría que viven en no más de 200 pies cuadrados.


Comimos el almuerzo en la escuela, la que es simplemente un cuarto. Después, pintamos otra casa con el otro grupo. En total pintamos 3 casas y se instaló un piso de cemento en otra casa. Nos divertimos mucho, y a mí me gusta conocer a tantas personas felices. Siempre nos ofrecieron más comida, y refrescos, y su café delicioso. Está fresco (cultivan su propio café) y lo mezclan con azúcar y canela. Todos nos miran cuando pintamos, y muchos deciden juntarnos en el trabajo. Es mil veces mejor que trabajar en la clínica, y me alegro que pueda regresar mañana y viernes.


Esta noche el Padre Joaquím dio la misa, y después de cenar fuimos a la playa otra vez para la reflexión en la oscuridad. Allí, cuando estábamos discutiendo nuestras experiencias más notables del día, Dilenia nos dijo que a ella se consuela con saber que nos divertimos tanto en ayudar a la gente, y ella me dijo que yo le recuerdo a ella misma, porque hablo tanto y en español, y ella me dijo que ella me ve como una hermana. Me tocó mucho, pero siempre pienso que no soy una chica muy extrovertida ni una persona con la que se puede relacionar mucho. La gente aquí es la gente más amorosa y más encantadora que he conocido. Será difícil salir este fin de semana.

Tuesday, March 9, 2010

MJD Día #5

Estoy cansada. Estoy tomando mi segundo café, y eso es mucho porque el café aquí es muy fuerte. Hoy trabajamos mucho otra vez en la clínica. Así que ya separamos todos los medicamentos anoche, fue mucho más organizado, pero también más atareado. Estimo que tuviéramos 400 pacientes hoy, y otra vez muchos de los medicamentos se acabaron temprano.


Bridget y yo estamos hartas de trabajar en la policlínica. Aunque sé que es necesario tener personas con un conocimiento del español y lo médico, hay demasiada repetición para nosotros. Queremos trabajar con el grupo de construcción en las montañas por lo menos una vez esta semana. Estoy egoísta, porque yo sé que sería más útil en la clínica, pero no quiero perder ninguna experiencia. Voy a hablar con el Padre Joaquím otra vez para discutir el cambio.


También fuimos a la playa detrás de la casa esta tarde, pero claro que sí se hizo nublado y más frío cuando llegamos, y rápidamente regresamos.


Anoche fuimos a la playa el grupo completo para tener un rato de reflexión. También fueron los dominicanos de la misión y los médicos voluntarios de Mocha. Aunque frecuentemente hay una énfasis muy fuerte en la religión y el cristianismo, no me molesta. Es muy estimulante oír un discurso sobre el bien y lo positivo de la vida. Los dominicanos son muy pobres, y muchos todavía están muy alegres y siempre con sonrisas. Las personas de la misión están muy listas a darse y servir. A mí me inspiran.

Monday, March 8, 2010

MJD Día #4

Hoy fue el primer día oficial de misión. Nos separamos en tres grupos distintos: uno para la educación, uno para la construcción, y uno para la salud. Estoy en el último. Fuimos a una clínica y ofrecimos los servicios gratis. El Padre Nelson organizó para que los médicos vengan a la clínica y consulten con los pacientes de la comunidad que son demasiados pobres para pagar...lo que se incluyen casi todos en Cabarete. Trajimos muchos medicamentos para darles también. En total había ocho doctores, una enfermera, algunos voluntarios de la Cruza Roja, y nosotros de la misión.


Me impresionó la cantidad de personas que vinieron - 276 personas en total. Habíamos decidido separar las medicinas en dos mitades esta mañana, y gue una buena decisión, porque ya se ha acabado una mitad de los que tenemos para toda la semana. Trajimos analgésicos, antigripales, antibióticos, antiácidos, antidiarrheals, cremas antifungas/vaginales, antihistamínicos, sprays nasales, y varias vitaminas. Casi todos los antibióticos ya se han acabado. También trajimos bolsitas, pero no suficientes. Así, teníamos que ser creativas y distribuir los medicamentos, incluso el jarabe, en las botellas vacías de otro medicamentos, con instrucciones para tomarlos. La enfermera, Felicia, sabía bastante de los medicamentos, pero los otros no tanto y ella y yo teníamos que dar instrucciones y tomar decisiones. Me causó un poquito de estrés. Nunca he tenido que toman las decisiones de salud por una persona; de hecho, en los EEUU no me lo permiten.


Por la falta de medicamentos, cerramos temprano y vamos a continuar mañana con el resto. En total, hoy fue un éxito.


Almorzamos con los médicos que vinieron, y tuve la oportunidad de hablarles y discutir el proceso de la educación médica dominicana en comparación a la estadounidense. Aquí solamente toma 4 o 5 años de educación médica para ser médico, después un internado y residencia como nosotros. Me dijeron que hablo español perfectamente (lo que dudo) y que tengo un acento dominicano. Cuando llegué aquí los dominicanos me dijeron que tengo un léxico mexicano (porque es la influencia latina más fuerte en Michigan y también por mis estudios en Guadalajara) y así pienso que he sido influída por los nativos con quienes hemos trabajado en estos días recientes. Pero no me importa, porque de todos modos mi español está mejorando y los otros (iguales americanos y dominicanos) siempre me piden traducir.


Hoy hace más sol y calor que los otros días, y ojalá que continúe. Posiblemente podamos tomar el sor en la playa por una vez esta semana...

Sunday, March 7, 2010

MJD Día #3

Hoy viajamos por un lado del país al otro y regresamos. Vi el oceano atlántico por la mañana, el mar Caribe por la tarde, y habría visto el océano atlántico otra vez si no hubiera anochecido cuando regresamos por la noche. Después de comer la tostado francesa para el desayuno, subimos la guagua para ir a Santo Domigo. La capital está casi cuatro horas lejos de Cabarete, y con una o dos paradas para el baño o una bebida, estábamos manejando por mucho tiempo.


Llegamos a las doce, y fuimos primeramente a la Catedral Santo Domingo para misa. Es la primera catedral en las Américas, construida en 1511. Después de la misa caminamos por el centro, en un cuadro que se llama la zona colonial. Era muy hermosa, y es reconocido por su arquitectura representativa colonial. Había un hotel y restaurante en el cuadro en el que comimos una sopa muy tradicional y festiva del país, Sancocho. Fue la comida más deliciosa que hemos comido ya en la República Dominicana.


También fuimos afortunados al observar la carnaval que sucede cada año en la capital para celebrar la diversidad de la gente y temas religiosos. Había varios grupos marchando en las calles en disfraces y maquillaje, y otros en los camiones tocando la música tradicional del país.


Después oímos un charla sobre la historia y la cultura de la RD. Fuimos al Mercado Modelo, un mercado grandísimo de la ciudad, pero estaba cerrado porque es domingo. En vez fuimos a varias otras tiendas cercanas, y compré un marco. Los otros de la misión no sabía cómo regatear por las ventas, y traté de ayudarlos y mostrarlos cómo hacerlo, pero casi nadie me escuchó. Así, pagaron demasiado por todos sus comprados, pero la culpa es suya. Yo pagué solamente 100 pesos por mi marco (aproximadamente 3 dólares).


Después de las tiendas ya era la hora de regresar a Cabarete, porque requiere tanto tiempo conducir. Paramos en un hotel otra vez en que hay varios restaurantes y acabamos de cenar. No pienso que lleguemos a la casa hasta a las 10pm o 11pm. Mañana tenemos que levantarnos temprano y embarcar en

nuestro primer día de misión. Estaré en la clínica con Joe, Bridget, y los médicos dominicanos.



Sancocho:


Saturday, March 6, 2010

MJD Día #2

¡Aquí estamos! Llegamos anoche a Santiago, e inmediatamente fue el caos. La aduana no fue problemática para nosotros, sino para nuestro equipaje. El obispo de Puerto Plata había escrito una carta al aeropuerto anteriormente, pero cuando llegamos a las 9:30pm el jefe ya había salido, yo no podía aprobar las medicinas. Los empleos no dijeron que tendríamos que dejarlas allí y volver esta mañana para sacarlas después de que fueran aprobadas. El Padre eventualmente logró convencerlos a permitirnos tomarlas anoche, así que estamos quedándonos más o menos TRES horas lejos del aeropuerto.


Pusimos todas nuestra maletas (¡nunca he visto tantas!) en dos camiones, y nosotros montamos en el guagua que el Padre alquiló de un convento, y empezamos por Cabarete. Paramos en el borde de Santiago en una tienda para comprar agua y comida. Todos teníamos que utilizar el baño ... se me había olvidado la condición de los servicios en los otros países. Ni un asiento del inodoro ni jabón ni agua corriente para lavar las manos. Y no se puede poner el papel en el inodoro debido a las cañerías. No estamos en Kansas (o sea, Michigan) nada más ...


Condujimos al hotel, y dormía por todo el paseo. Llegamos muy tarde, a las 3am. Estamos en un hotel antiguo que fue comprado por la Diócesis católica, y ahora sirve para una casa de retiro y misión. Además de los doce dominicanos que trabajan en la misión como nosotros, somos las únicas personas aquí. Cada uno tenemos nuestras propias habitaciones con armario y baño. Es más que mis expectaciones anteriores.


No puedo creer la humedad de aquí. Pues, sí lo puedo creer, porque hacía mucha humedad cuando estaba en Havana, pero todavía me sorprendió. Me piel está perpetuamente pegajosa, y ya puedo ver que voy a tener pelo rizado por toda la semana. Hacía 70°F cuando llegamos anoche, y parece que la temperatura permanecerá en los 70 y 80 por la semana. Ahorita el cielo está cubierto por nubes, pero nubes blancas, y así aunque no se puede ver el sol todavía está brillante afuera. Hace mucho viento también. Puedo ver la playa y el océano por mi ventana, y las palmas se mecen y las olas son fuertes. No es la playa típica que viene a la mente con pensamientos tropicales, sino más como una selva chiquita, y todo es de uno u otro goma de verde. Llueve momentáneamente, pero se dice que solamente llueve por un rato cuarto, y se interrumpe pronto. Ojalá que sí - ¡me gustaría tomar el sol por lo menos una vez mientras que estoy aquí!


más adelante

Hoy hicimos mucho mas que anticipaba. Había un desayuno, pero solamente comí un Poptart en mi habitación. Después, teníamos tiempo libre, y traté de conocer a algunos nativos, porque hay muchos que trabajan en la misión como voluntarios y están aquí en la casa siempre. Soy una de los únicos estudiantes con la misión que es bilingüe, y ya he logrado mucha práctica. Hablé con 4 o 5 de los dominicanos jóvenes (más o menos de mi edad) por casi una hora, y su español es aún otro tipo. Es muy similar al español cubano, y se hablan unos a otros muy rápidamente. Un chico, Tyler, comentó que mi español es muy mexicano, lo que no me sorprende por la cantidad de influencias mexicanas en Michigan.


Después de almorzar (verduras, pescado frito, y lasaña típica) salimos para la comunidad Granito de Mostaza. Es un hogar para niños muy discapacitados; unos son huérfanos y otros simplemente vienen de familias demasiados pobres para proveer para ellos. Trajimos ositos, juguetes, y marcadores para ellos. Unos eran demasiados discapacitados para jugar, pero otros sí podían. Amanda también trajo su violín y bailamos con algunos. Era mu divertido relacionarnos con ellos, y otra vez yo tenía la ventaja de poder hablar y leer en su propia lengua nativa.


También visitamos a dos otros centros para niños, uno que se llama la Casa Nazaret (una casa para niñas discapacitadas) y otra hogar para niñas pobres. En el segundo, esas chicas se quedan en la casa durante la semana, lunes hasta viernes, y asisten a la escuela en el mismo lugar, enseñadas por las monjas. En los fines de semana, salen para regresar a sus casas lejanas en el campo o con cualquier familia que tengan.


Después de los orfanatos, fuimos a Puerto Plata para visitar lugares de interés. Fuimos a la Fortaleza de San Felipe, en la costa del Atlántico, y también a la catedral en el centro.


Regresamos a las 8pm, y cenamos. Me he dado cuenta de que voy a comer muchos Poptarts y sandwiches de mantequilla de cacahuate y jalea, porque la comida típica es muy similar a la comida cubana: aburrida, agria con vinagre, y sin mucha variación.


Mañana vamos a la capital para más exploración. Pienso que será interesante.


Friday, March 5, 2010

MJD Día #1

¡Estamos en Chicago! Llegamos anoche. Vine con Janet, Bridget, y Kristen, y Annette nos condujo (ella es la esposa de Joe, otro que viene también). Estoy tan emocionada que no puedo dormir, por supuesto. Salemos a las 9, y vamos a Tampa, después Miami, y finalmente Santiago. Vamos a reunirnos con el resto del grupo en Miami para ir juntos en el vuelo internacional. Será un día largo - no llegamos a Santiago hasta las 9:30 de la noche, y después tenemos que conducir más de una hora hasta que estemos en Cabarete, en donde nos quedaremos por la semana. Ojalá que haga mucho calor y sol. Estoy harta de nubes, la nieve, y el frío...¡muy harta!

¡Tenemos tanto equipaje! Teníamos que poner todas nuestras cosas personales en nuestra maletas de mano, porque todas las donaciones y suministros los tuvimos que poner en el equipaje. Hay muchísimo. Hay vitaminas y medicinas, camisas, guantes de trabajo, ositos, botiquines de primeros auxilios, jabón, loción, cepillos de pintar, una impresora de fotos digitales, gorras, marcadores y papeles, otras actividades artísticas de niños, globos, y varios otros cachivaches. Espero que nuestro equipaje no pese demasiado en el aeropuerto.
No sé qué esperar. Solamente sé que estamos en misión. Que somos personas buenas que pueden - y deben - ayudar a los otros. Y lo haremos. ¡Yo pienso que nos divertiremos durante el proceso!